viernes, 12 de abril de 2013

Un "Stalker" en mi casa



 



   Así es, mi hijo se ha vuelto un stalker, un acosador. Ya había leído en alguna parte que era muy común que entre los nueve y los diez meses los bebés pasaran por un periodo de "ansiedad de separación" o dicho en otras palabras "mamitis". Yo pensé que mi bebé ya la había brincado porque siempre es muy sociable y no le teme a los extraños, aún. Pero de una semana a la fecha no puedo hacer nada sin que él me siga y si tengo la osadía de desaparecerme un minuto, para lavar ropa o algo, se desata un llanto que parece que lo estuviera torturando.

   Así que ahora se ha convertido en mi sombra. Justo en este momento, mientras yo escribo, él está colgado de mí tratando de escalar la silla donde estoy. Pero eso no me molesta ni es ningún problema, el verdadero problema es tomar un baño o quererme vestir o simplemente querer hacer mis necesidades. Entonces, ¿cómo lidiar con esta mamitis?, pues esa es la pregunta del millón y si alguien tiene la respuesta pues que la comparta conmigo. Yo he estado buscando en varios libros y en algunas páginas porque es una situación que si no se sabe manejar puede llegar a ser muy frustrante tanto para la mamá como para el bebé. Así que en mi búsqueda encontré los siguientes consejos de la revista Mi Bebé y Yo:

  1. Tener paciencia. Es importante que el bebé no perciba rabia o frustración por parte de mamá o papá porque esto puede ocasionar un efecto contrario y que el bebé se sienta aún más ansioso.
  2. Dejar que sea independiente de vez en cuando dándole ratos donde juegue solo.
  3. Siempre despedirse del bebé y explicarle con voz calmada que vamos a regresar. Aunque no lo entienda él irá relacionando el tono tranquilo de nuestra voz con la despedida y pronto hará una asociación.
  4. Cuando tengamos que salir por un largo rato, debemos dejar al bebé con alguien con quien esté familiarizado, es decir, con alguien con quien se sienta seguro y al que esté acostumbrado.
  5. Cuando salgamos debemos alejarnos gradualmente. Nunca debemos de correr ni desaparecer en un momento en el que no nos esté viendo, pero una vez que salgamos no debemos regresar porque esto sólo lo confundirá.
   Siguiendo estos consejos, el bebé irá adquiriendo confianza y poco a poco será más independiente y podrá desprenderse un poco de mamá y papá. Yo también los pondré en práctica y veremos que tal me va con Sebas.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario