jueves, 18 de abril de 2013

Wonder Weeks

    A veces simplemente no sabemos qué les pasa a nuestros bebés. De un día para otro empiezan a dormir mal, están más llorones o no tienen hambre. Esta semana, Sebas lleva durmiendo mal 4 días, llora dormido o le cuesta un poco más de trabajo conciliar el sueño. Mi esposo y yo tratamos de buscar una razón para poder tener una solución pero empezamos a preguntarnos, ¿serán los dientes?, ¿tendrá frío/calor?, ¿estará enfermo de algo? De pronto recordé las dichosas Wonder Weeks (semanas maravillosas). 

   La primera vez que aprendí este término, estaba en la comunidad de Baby Center, donde todas las mamás de bebés nacidos en junio de 2012 estaban pasando por lo mismo; una especie de regresión que hacía que el bebé no durmiera y que estuviera de mal humor. Las Wonder Weeks son semanas en las que ocurre un cambio importante en el desarrollo del bebé y puede ser físico o mental. Estos cambios son los más importantes que tendrá un bebé a nivel sicológico y, por lo tanto, serán los más difíciles de llevar. En el libro llamado "The Wonder Weeks" se explican 10 grandes "saltos" mentales que ocurren en las semanas 5, 8, 12, 19, 26, 37, 46, 55, 65 y 75, contando a partir de la fecha probable de parto (no del día en que nace el bebé). Durante estas semanas el bebé estará practicando una nueva habilidad o descubriendo un nuevo aspecto sobre el mundo que lo rodea.


    Como resultado de este "nuevo mundo" es posible que el bebé:

  • Coma menos
  • Duerma menos o se despierta más veces en la noche
  • Llore más
  • Parezca que está teniendo una regresión en vez de actuar más acorde a su edad real
  • Esté malhumorado o tienda a necesitar más a mamá
  • Se enferme más
  • No puedas satisfacer sus necesidades sin importar lo que hagas

   Voy a tratar de resumir un poco estos saltos mentales. Esta información la encontré en la aplicación del libro The Wonder Weeks (creo que en español se llama Las Semanas Mágicas) pero también la pueden encontrar en esta dirección The Wonder Weeks 

Semana 5, El mundo de las diferentes sensaciones: La percepción que tiene el bebé sobre el mundo empieza a cambiar conforme va descubriendo diferentes estímulos. Esta semana empieza a sonreír, a hacer ruiditos y tiene una preferencia especial por algún ruido en especial. Como consecuencia el bebé está más llorón, desea más el contacto piel con piel y tiene problemas para dormir bien.

Semana 8, El mundo de los patrones: El bebé empieza a reconocer ciertos patrones usando sus sentidos y distingue diferentes colores y tonos. En esta semana también descubre sus manos. Puede pasar por una gran pérdida de apetito.

Semana 12, El mundo de las transiciones: Los movimientos del bebé se vuelven menos torpes, descubre sus piernas y pone más atención a los sonidos largos (este es un buen momento para ponerle música ya que la apreciará un poco más). En esta semana puede ser que el bebé esté más callado y también más inquieto a cierta hora del día (yo le decía la hora cuchi cuchi y era entre 5 y 7 pm y en inglés la conocen como "witching hour").

Semana 19, El mundo de los eventos: EL bebé puede entender una secuencia de eventos, como agarrar un juguete - inspeccionarlo - metérselo a la boca. También empieza a buscar a específicamente a mamá y papá y empezará a practicar cómo rodar de su panza a su espalda. Esta semana es una de las más difíciles para los papás pues el bebé estará sumamente inquieto queriendo atención todo el día y casi seguro pasará por una regresión en sus hábitos de dormir (podría despertase llorando cada hora durante la noche y no hacer siestas largas durante el día), lo que lo tendrá de un humor terrible. Una vez pasada esta semana el bebé habrá mejorado en casi todas sus habilidades como agarrar juguetes, sentarse y hasta llevarse el biberón a la boca.

Semana 26, El mundo de las relaciones: el bebé comienza a percibir las distancias entre los objetos y las personas y también el concepto básico de causa y efecto. Durante esta semana muchos bebés empiezan a intentar gatear pues sienten la necesidad de moverse y dirigirse hacia un objeto deseado (por lo general prohibido). También pueden empezar a gritar pues descubren la manera de llamar la atención. Durante este periodo demandan más atención, se enojan por no poder alcanzar algo y pueden empezar a batallar durante los cambios de pañal.

Semana 37, El mundo de las categorías: El bebé logra entender que las cosas pueden categorizarse en grupos (personas, juguetes, comida, etc.). Se vuelve un poco más independiente al jugar pero podría desarrollar cierta ansiedad al estar con desconocidos.

Semana 46, El mundo de las secuencias: El bebé comienza a reconocer la importancia del orden y cómo acomodar ciertas cosas. Además busca la reacción de papá y mamá ante sus acciones, por ejemplo, los elogios al hacer algo bien o las advertencias al acercarse a algo prohibido. Durante esta semana (que también es de las más pesadas para los padres) se vuelve más selectivo con la gente, puede estar malhumorado, dormir mal durante la noche y perder el apetito.

Semana 55, El mundo de los programas: Este "salto" mental es una extensión del anterior. En este contexto, los "programas" se refieren a una cierta "programación de eventos”. El bebé ya aprendió la noción de las secuencias (el hecho de que los eventos pueden sucederse unos a otros). Una programación de eventos es un patrón de decisiones si-entonces, lo que significa que el bebé entiende que cierto evento ocurrirá dependiendo de lo que haya ocurrido anteriormente. Un ejemplo muy sencillo es que SI tira algo, ENTONCES mamá lo recoge. En esta semana el bebé vuelve a tener problemas para dormir y puede comenzar a desarrollar una personalidad más enérgica y traviesa.

Semana 64, El mundo de los principios: El bebé empieza a pensar en cómo lograr sus objetivos. Empieza a tomar decisiones y también hace cosas para hacer reír a los demás. En esta semana el bebé busca más contacto físico y desea ser entretenido con canciones y juegos en los que pueda interactuar.

Semana 75, El mundo de los sistemas: El bebé entiende y diferencia entre sistemas de organización (su familia vs. la familia de un amigo). Entiende que él puede decidir cómo quiere comportarse. Empieza a desarrollar una noción de individualidad y conciencia. En esta semana se podría volver un poco celoso, malhumorado, ansioso con los extraños, y portarse otra vez como un bebé pequeño.

   Cabe mencionar que cada semana mencionada es la semana donde dominarán aquello que han venido practicando, sin embargo, los periodos de mal humor, dormir mal, poco apetito, etc., pueden comenzar un par de semanas antes. Dejo este enlace que lleva a una tabla ilustrativa de los periodos de "tormenta". Fussy Phases 


   Así que a aguantar, porque aunque hay muchos periodos difíciles, cansados y frustrantes, la recompensa es enorme al ver cómo nuestros bebés van descubriendo el mundo para convertirse en niños y regalarnos los mejores recuerdos de nuestras vidas y nada como una carcajada, los primeros pasos o un "mamá".

sábado, 13 de abril de 2013

Los métodos de papá

Hoy fui con mi esposo e hijo a pasear al centro comercial y mi bebé se quedó dormido en el coche así que lo tuvimos que bajar dormido en la carreola. Cuando pasamos frente a una tienda donde había música muy fuerte, Sebas se despertó y entonces mi esposo comenzó a caminar muy rápido (casi corrió) para arrullarlo y volverlo a dormir, y funcionó. Eso me dio mucha ternura y me hizo pensar en las técnicas que tienen los papás para hacer las mismas cosas que hace mamá pero de distinto modo.

Por ejemplo, mi esposo arrulla al bebé meciéndolo fuertemente y funciona. A veces yo no logro dormirlo y él sí. También tiene su propia forma de darle un baño y aunque se tarda un poco más, el bebé lo disfruta mucho. Incluso cuando el bebé está en esa hora del día en la que ya no sabe ni que quiere y está cansado y un poco llorón, mi esposo tiene su propia forma de entretenerlo o calmarlo hasta la hora del baño.

El hecho de que el bebé se sienta cómodo con su papá y que los métodos que éste emplea funcionan significa que los dos tienen un buen lazo padre-hijo y que el papá ha estado involucrado lo suficiente en el desarrollo y crianza del bebé. Hay que dejar que los papás también sientan que pueden cuidar del bebé en caso de que nosotras tuviéramos o quisiéramos ausentarnos un rato. Y quién sabe, a lo mejor y hasta nos conviene copiar alguna de sus técnicas.

viernes, 12 de abril de 2013

Al fin viernes!

    Sí, al fin viernes pero soy mamá. Es muy fácil desmoralizarse ante este pensamiento porque no importa si es martes, viernes o domingo las obligaciones de la mamá son las mismas. Debemos de asegurarnos de que el bebé esté limpio, de alimentarlo y de que haga sus siestas y se duerma a su hora.

    Durante un tiempo yo solía sentirme así y es normal supongo, es un periodo de ajuste a una nueva vida pero ahora trato de ver el fin de semana como una oportunidad de hacer algo diferente. Por ejemplo, el fin de semana, aunque no vayamos a salir en la noche, vemos películas o series (mi esposo y yo somos fanáticos de series como Spartacus, que por cierto hoy acaba, The Walking Dead, True Blood y muchas otras), pedimos algo rico de cenar y nos "desvelamos". Al día siguiente obvio vamos a estar un poco cansados y seguro decimos como cincuenta veces (cada uno) "me muero de sueño" pero al menos ya hicimos algo para distraernos y para pasar tiempo en pareja.

    Durante el día pasamos el tiempo en familia. Yo, por ejemplo, dejo que mi esposo pase más tiempo con Sebas ya que entre semana lo ve poco, sobre todo si viaja. Eso les sirve a ellos para hacer el lazo padre-hijo más fuerte y a mí para descansar. Y si vamos con los abuelos a comer pues entonces es más fácil que mi bebé se mantenga entretenido y nosotros podemos relajarnos un poco.

    Por supuesto que hay cosas que nunca serán iguales porque si antes era difícil ir de compras con un esposo al que no le gusta ahora es ir de compras con un esposo y un bebé desesperados. Antes podíamos tardarnos horas en comer y hacer sobremesa pero ahora ir a comer a un restaurante es un poco más complicado, sin embargo, lo seguimos haciendo porque no creo que los padres deban cambiar o sacrificar totalmente las cosas que les gusta hacer.

    Todo es cuestión de adaptarse y de valorar los momentos juntos porque el tiempo pasa volando (aunque en el momento parezca eterno) y cuando veamos nuestro bebé ya será un niño que querrá jugar solo y que ni nos hará caso por estar jugando videojuegos. 


   Eso sí, cuando sea posible y se presente la oportunidad de dejarle a alguien al bebé, hay que darse una escapadita en la noche para ir a cenar tranquilamente, ir al cine o a un concierto.

Un "Stalker" en mi casa



 



   Así es, mi hijo se ha vuelto un stalker, un acosador. Ya había leído en alguna parte que era muy común que entre los nueve y los diez meses los bebés pasaran por un periodo de "ansiedad de separación" o dicho en otras palabras "mamitis". Yo pensé que mi bebé ya la había brincado porque siempre es muy sociable y no le teme a los extraños, aún. Pero de una semana a la fecha no puedo hacer nada sin que él me siga y si tengo la osadía de desaparecerme un minuto, para lavar ropa o algo, se desata un llanto que parece que lo estuviera torturando.

   Así que ahora se ha convertido en mi sombra. Justo en este momento, mientras yo escribo, él está colgado de mí tratando de escalar la silla donde estoy. Pero eso no me molesta ni es ningún problema, el verdadero problema es tomar un baño o quererme vestir o simplemente querer hacer mis necesidades. Entonces, ¿cómo lidiar con esta mamitis?, pues esa es la pregunta del millón y si alguien tiene la respuesta pues que la comparta conmigo. Yo he estado buscando en varios libros y en algunas páginas porque es una situación que si no se sabe manejar puede llegar a ser muy frustrante tanto para la mamá como para el bebé. Así que en mi búsqueda encontré los siguientes consejos de la revista Mi Bebé y Yo:

  1. Tener paciencia. Es importante que el bebé no perciba rabia o frustración por parte de mamá o papá porque esto puede ocasionar un efecto contrario y que el bebé se sienta aún más ansioso.
  2. Dejar que sea independiente de vez en cuando dándole ratos donde juegue solo.
  3. Siempre despedirse del bebé y explicarle con voz calmada que vamos a regresar. Aunque no lo entienda él irá relacionando el tono tranquilo de nuestra voz con la despedida y pronto hará una asociación.
  4. Cuando tengamos que salir por un largo rato, debemos dejar al bebé con alguien con quien esté familiarizado, es decir, con alguien con quien se sienta seguro y al que esté acostumbrado.
  5. Cuando salgamos debemos alejarnos gradualmente. Nunca debemos de correr ni desaparecer en un momento en el que no nos esté viendo, pero una vez que salgamos no debemos regresar porque esto sólo lo confundirá.
   Siguiendo estos consejos, el bebé irá adquiriendo confianza y poco a poco será más independiente y podrá desprenderse un poco de mamá y papá. Yo también los pondré en práctica y veremos que tal me va con Sebas.

jueves, 11 de abril de 2013

Pediatras del mundo: ¡Pónganse de acuerdo!

   La selección del pediatra parece ser tan poco importante cuando uno está concentrado en terminar la habitación del bebé, en tener preparada la maleta para el hospital, en terminar las compras de todo lo que se va a necesitar cuando el bebé llegue a casa, en fin, miles de pendientes que quién sabe por qué salen en los últimos quince días antes del parto (y eso si no te agarra de sorpresa el bebé).

   Pero la verdad es que escoger al pediatra no es tarea fácil. Existen miles de enfoques acerca de los cuidados de un bebé y más todavía acerca de la educación. Dejarlos llorar o arrullarlos, darles chupón o no, amamantar un mes o seis, esterilizar todo o sólo los biberones, darles de comer sólidos a los cuatro o a los seis meses, ponerles todas las vacunas o sólo las de la cartilla. En fin, son miles los temas sobre los que pueden variar las opiniones de un doctor a otro.

   En mi caso, mi esposo y yo escogimos al pediatra en base a recomendaciones (la del ginecólogo y la de mi hermano). No voy a mentir, no siempre salgo contenta de las consultas pediátricas, y es que no es malo, simplemente a veces siento que no me entiende, pero supongo que no hay un doctor perfecto sobre todo cuando la mamá es una loca.

   Recuerdo que a los quince días de haber nacido mi hijo, Sebas, decidí cambiar de pediatra porque siempre le preguntaba cuánto debía comer mi bebé y él me decía que lo suficiente para que se durmiera cuatro horas, lo cual a mi me resultaba súper ambiguo porque además teníamos que lidiar con reflujo y cólicos y yo no sabía si estaba llenando a mi bebé de leche y causándole reflujo. Así que nos fuimos con una doctora que al principio nos pareció fabulosa pero después le mandó miles de medicinas; para el reflujo, para la acidez, para los cólicos, biberones especiales (y carísimos), tres leches diferentes, etc... Pero al preguntar cuánto debía darle de comer a Sebas la respuesta era: "es a libre demanda pero no dejes que pasen más de tres horas sin que coma tu bebé y no debe de tomar más de cuatro onzas", y bueno, mi marido y yo pensando que no era congruente con lo que nos dijo el primer pediatra. Pero bueno, ya habíamos cambiado de doctor así que teníamos que hacerle caso y confiar en ella. Pasados quince días de estar con esta doctora yo ya estaba desesperada. Mi bebé lloraba en cada toma de comida, dormía muy poquito, hacía popó terriblemente mal, estaba tomando seis medicinas diferentes y yo estaba al borde de la histeria. Al final regresamos con el primer doctor, con la cola entre las patas, y ahora mi bebé es un hermoso y sano niño de diez meses que come y duerme maravillosamente bien.

   Así que la selección de pediatra no se debe tomar a la ligera, y por eso, ahora comparto estos tips para saber qué buscar en un doctor:
  • Que sea un doctor que siempre esté disponible, es decir, que siempre conteste su teléfono o se le pueda mandar un mensaje de texto. De verdad, las primeras semanas salen miles de dudas y le quieres hablar para todo.
  • Que sea paciente con las mamás. Esto es importantísimo ya que es horrible que un doctor te trate como si fueras tonta y como si estuvieras preguntando algo súper obvio (no hay nada obvio cuando se es mamá primeriza).
  • Que sus métodos concuerden con lo que los padres tienen en mente para la educación y los cuidados del bebé. Es importante hacer una cita antes de que nazca el bebé para conocer al doctor y platicar con él acerca de sus recomendaciones, por ejemplo, si es un doctor que manda antibióticos por cualquier cosa o si es un doctor que prefiere no usar medicamentos fuertes hasta el año de edad.
  • Saber si el pediatra va a poder recibir al bebé al momento de nacer o si lo verá hasta la primera consulta. O si el bebé es niño y se le va a hacer circuncisión, que sea un cirujano pediatra para que él mismo se la haga (no necesariamente debe ser así pero creo que es recomendable).
   En mi opinión, cada pediatra es un mundo. No existe un manual universal para los cuidados del bebé y, por lo tanto, dos doctores se pueden contradecir en todo, así que lo mejor es buscar uno en el que confiemos casi ciegamente (sin olvidar el instinto materno) y no cambiar de doctor únicamente porque algo no nos pareció (siempre y cuando no sea algo grave), porque si no terminas confundiéndote más.